lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz vida nueva

Año nuevo, vida nueva. 

Es una frase hecha, de las de toda la vida, una expresión de ésas que están guardadas en la recámara y a las que no se les da ninguna importancia, que se decían llegado el momento de los buenos propósitos: dejar de fumar, ponerse a dieta después de las navidades, ir al gimnasio, casarse, cambiar de trabajo... Pero para mí, estas cuatro palabras se han convertido en mi mantra y han dejado de ser sólo eso: palabras. Desde hace ocho días me acompañan y, como no podía ser menos, esta noche tan especial también están presentes...

Una noche que será mágica, no puede ser de otra forma, una noche en la que, por fin, voy a empezar a vivir mi vida junto a la persona de la que estoy enamorada, una noche en la que empezarán a cumplirse nuestras ilusiones comunes, una noche en la que no habrá uvas de la suerte, en la que habrá doce campanadas con doce besos, una noche en la que me sentiré afortunada y dichosa por ver cómo me miran sus ojos, en la que nos perderemos el uno en el otro, una noche en la que no dejaré de sentir el tacto de sus manos, en la que no pienso separarme de su lado ni un sólo segundo, en la que saciaré mi necesidad de él, una noche en la que lo sentiré mío de forma legítima y yo seré suya sin que exista nadie más, una noche a partir de la cual, no volverán a existir las prisas porque tendremos todo el tiempo del mundo por delante... Una noche en la que dará comienzo nuestra historia.

Y ya estoy deseando bajarme del tren para verlo en el andén esperándome y darle un abrazo como nunca se lo he dado...

Te deseo que tu entrada de año sea tan feliz como la mía, que tus ilusiones para este 2013 se cumplan, pero haz lo que sea necesario para ello. Te invito a que crucemos juntos las puertas de esta nueva etapa y ten cuidado con las uvas... si es que las vas a comer. ¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!


lunes, 24 de diciembre de 2012

Nueva vida

Dicen que más vale tarde que nunca.

Llevo mucho tiempo sin ser feliz, sabiendo qué botón tenía que pulsar para conseguir serlo, pero no me atrevía a tocarlo... hoy por fin lo he hecho... y me siento bien conmigo misma.

Se acabaron las bajadas y subidas de la montaña rusa, se acabó el esconderse, se acabó el querer estar en otro lugar, se acabaron las peleas con el reloj y el calendario, se acabó el anteponer lo que quiere, lo que siente y lo que piensa todo el mundo... ahora toca empezar a cuidarme... porque ya me lo habían dicho muchas personas importantes en mi vida... que piense en mí, que nadie iba a cuidar más de mí que yo misma...

El miedo me tenía paralizada, el miedo a hacerle daño al que ha sido mi compañero de viaje durante nueve años... pero me he dado cuenta de que sólo le he causado más dolor, a él y a mí. Lo único que eclipsa un poco mi felicidad es saber que él está sufriendo, pero cuando la llama se apaga no hay nada que hacer...

He dicho adiós a mi antigua vida, he hecho lo que sabía que iba a hacerme feliz. Tengo a alguien de quien estoy enamorada como nunca lo he estado, alguien que quiere ser mi vida, que me dice lo que siente sin palabras, con sólo una mirada, que lo quiere todo conmigo, alguien a quien no le vale nada sin mí, con el que no tengo miedo a nada, con el que no existe él y yo, sino el NOSOTROS, alguien con el que tengo una lista de cosas pendientes que va creciendo cada segundo, con quien tengo sueños, ilusiones, alguien que lo único que consigue es que sea tan feliz como no lo he sido nunca, alguien con el que estoy deseando empezar a vivir mi nueva vida...

Ralph Waldo Emerson: "Grabad esto en vuestro corazón, cada día comienza en nosotros un año nuevo, una nueva vida".


viernes, 21 de diciembre de 2012

Pandemia

Estoy enferma.

Al parecer es una de esas enfermedades que se creían erradicadas, de ésas que actualmente se consideran raras... Los médicos no tienen un diagnóstico claro, sólo pueden decirme que hay algo en mí que no es como debería... y la verdad es que estoy un poco asustada.

Llevo unos cuatro meses con los mismos síntomas... y precisamente, lo que me da miedo es dejar de sentirlos... Aceleración del ritmo cardíaco cada vez que está cerca, esas mariposas en el estómago cuando sé que voy a verlo, ese brillito en los ojos cuando miro a los suyos, esas ilusiones que crecen cada segundo que compartimos, la sonrisa que se dibuja en mi cara al pasar por la librería Beta, por la rotonda, por esas calles del centro que recorremos con paso rápido y sin tener ninguna prisa, al abrir el maletero del coche, esos sueños permanentes que me transportan a un futuro no muy cercano y me muestran un despacho en una planta baja y un porche en el que tomar una cerveza al fresco... y quizá algún niño pequeño, ganas de vivir, de no dejar nada atrás, de quererlo todo, de tirarme a la piscina sin ver si hay agua... Y es que me he dado cuenta de que se trata de eso, de quererlo todo: quiero hacer las compras de navidad, salir del país, que me duela la boca de tantos besos, sentir una caricia, quedarme a dormir, hacerme un tatoo, hacer planes y no estar pendiente de nada más, llenar cientos de álbumes con fotos y recortes, celebrar cumpleaños, ir a la playa en diciembre para ver atardecer, encontrar un mensaje cada mañana en mi correo, compartir un cigarro, decirlo todo con una mirada, ver la tele, ser libre para poder vivir, para poder vivirlo todo...

No sé qué será esta enfermedad, sólo sé que es una de esas enfermedades raras, de ésas que muy pocas personas tienen... y otra cosa que sí sé, es que deseo con todas mis fuerzas que no llegue a existir nunca una cura, que sea muy contagiosa, que se propague por el aire y que se convierta en una pandemia... porque a todos deberían inocularnos esta enfermedad al menos una vez en la vida...

Stendhal dijo: "La persona que no ha amado apasionadamente, ignora la mitad más hermosa de la vida".



domingo, 9 de diciembre de 2012

Me cuesta tanto...

No sé disimular... gotas que ruedan por mi cara, mi mundo se ha convertido en una noche interminable, llena de nubes, llena de lluvia, llena de oscuridad...me siento muerta, pero es peor, sólo siento dolor, nada más... No sé qué pensar, si ahora mismo eres tú, sólo tú...
Te amo, lo siento mi amor.
Contigo puedo soñar, puedo volar por encima del mundo con tan sólo un beso. Me llevas al infinito cuando me tocas así como sólo tú lo haces, cuando me besas, cuando me miras y te pierdes en mis ojos, cuando te miro y me pierdo en los tuyos, cuando somos uno...

Me has enseñado que la vida es sólo una y hay que vivirla y que con sólo una palabra puedo vivir tranquila y aún sigo imaginando un mundo dónde tú y yo somos felices. Quiero despertar contigo y sentirte a mi lado, quiero ver cómo abres los ojitos y te digo al oído que te amo más que a nadie y que será para siempre. No descansaré hasta verte sonreír todos los días. No quiero que esto sea un sueño. Sin ti mi alma está vacía. ¿No lo notas? Te estoy tocando el corazón. Cierra los ojos, así puedes sentirlo más que nunca. Nota cómo te estoy abrazando en este mismo momento, nota cómo te beso apasionadamente, como si fuera la primera vez.

Atento a mis palabras, mi vida. Mi corazón está hablando por mí en este mismo instante, cierra los ojos y préstale atención. Amor, sólo escucha esto que te voy a decir, que si no estás aquí yo no sé vivir, te amo tanto... y no voy a negar que tú eres quien me ha hecho soñar, y aunque la vida nos quiera separar, vas a estar conmigo para siempre. Me enamoré de ti y no podré olvidarte, no podré olvidar lo que siento por ti, porque no puedo estar sin ti, porque junto a ti encontré la felicidad. Te amo tanto que no puedo vivir si no estás.

Se me hace raro despertar sin ti, no ha pasado mucho tiempo, pero me ha parecido una eternidad, estás presente en todo momento, en el centro de mi pecho, donde te apoyabas, donde sonreías al levantar la vista. No es fácil el día a día si no estás en él, lloro cuando no consigo recordar tu olor, tu rostro, el roce de tu piel, tu mirada... esa en la que he podido verlo todo, tu sonrisa... la que me encantó desde el primer día. No puedo seguir si no estás porque yo no soy tan fuerte, tú eras quien me daba fuerza en mi debilidad.. Escogí el camino fácil, el que ninguno de los dos queríamos. He intentado aprovechar cada segundo, cada beso, cada mirada, cada caricia, cada gesto... no puedo estar bien... no puedo estar bien porque se me va la vida. Lo siento, amor, lo siento mucho, nunca me lo perdonaré.

"El más difícil no es el primer beso, sino el último". Paul Géraldy.