El principio de una relación de pareja es un espejismo en el que cada momento ofrece la oportunidad de ver la vida de color de rosa... Levantarse y tener el primer pensamiento dedicado a esa persona, sonreír recordando cualquier instante o anécdota, poder pasar horas sin articular palabra, recostado con ella sintiendo simplemente el tacto de su piel o manteniendo la mirada, esa mirada especial que únicamente le pertenece a ella...
Pero un buen día, te das cuenta de que te encuentras rodeado de gente y ruido, y que de repente, sólo está ella, que vuelves a sonreír al verla llegar, que te pasas horas acariciando su piel y recorriendo su espalda con el índice como si el tiempo se congelara, o que te quedas embobado al mirarla, y que esa magia perdida sigue ahí... y que resulta que ese espejismo no es tan espejismo al fin y al cabo, y comprendes que las relaciones no pueden ser siempre como el primer día, pero que lo importante está ahí...
Sólo tienes que ser capaz de vislumbrarlo...
Rafael Hernán Pérez: "Sólo este momento nos pertenece. El pasado es un fantasma que se desvanece, y el futuro, un espejismo en el horizonte".