lunes, 8 de julio de 2013

Hasta siempre

Se acabó.

Como algunos ya sabéis, llevo tiempo pensando en cerrar el blog. Hasta ahora no lo había hecho por los poquitos que me seguís, a los que ni siquiera conozco en persona o ésos que ni siquiera me ponéis cara.

Creo que no puedo decir adiós sin dar una explicación, y es que este blog empezó en una etapa de mi vida en la que todo estaba bocabajo, todo era un completo caos y necesitaba desahogarme de algún modo, por eso, se me ocurrió escribir para contar a la gente cómo me sentía y, si era posible y alguien se encontraba en mi misma situación, hacerle ver que todos nos sentimos así de vez en cuando. Ahora mi vida ya no tiene nada que ver con la de hace un año, y no veo motivos para seguir con esto. Además, últimamente, en lugar de ayudarme, lo único que está consiguiendo es que me dé cuenta de que éste no es mi camino. Hay personas que sirven para esto y personas que no, y yo considero que soy del grupo de las segundas. Dejo muchas cosas en el tintero, pero se merecen ser bien contadas y yo no soy capaz de eso.

A todos los que me habéis hecho especial la estancia en este blog, GRACIAS, MUCHAS GRACIAS. Os digo adiós con lágrimas en los ojos y me llevo una parte de cada uno de vosotros conmigo.

Hasta siempre.
Julia Caracola.

Paulo Coelho: "El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día".


Whatspapá

Mi padre progresa adecuadamente con el WhatsApp. La comunicación por este medio se ha vuelto más que habitual, e incluso diría que ha llegado a ser la única vía por la que conversamos últimamente...

Que estamos sentados a la mesa y quiere que le pase la sal, piticlín que te crió; que se le acaba el papel higiénico, me manda una foto del rollo pelao; que un compañero le envía un chiste, copy-paste al canto; que tengo que llevarlo en coche, me manda su ubicación, no vaya a ser que no encuentre mi casa desde la cochera...

Ahora ha descubierto los grupos, y ha creado uno llamado "Familia", en el que sólo estamos él y yo, se ve que el hombre no tiene bastante con tener un chat abierto conmigo, aunque él se empeña en decir que es para cuando mi madre tenga WhatsApp añadirla, cosa que me resulta, cuando menos, coomplicada, porque mi madre no se lleva bien ni con los SMS...

La última novedad es que ha descubierto la existencia de un botón que cuando lo pulsa, aparecen muñequitos... y ya no recibo ni un sólo mensaje sin su correspondiente emoti: con el de la sal, me manda el de la flamenca con la bata roja, supongo que por aquello del salero; con el del chiste, el que se ríe a carcajadas hasta que se le saltan las lágrimas, aunque ni tenga gracia ni ná; el mensaje para recogerlo va acompañado del correspondiente dibujito del coche, y con el del papel higiénico creo que no tengo que decirlo (pista: es marrón y tiene ojos saltones).

Miedo me da cuando descubra que puede grabar vídeos... no quiero pensar en lo que me mandará en lugar de la foto del rollo pelao... o del escato-emoti...