miércoles, 29 de agosto de 2012

Consejos

Hoy me atrevo a darte uno, algo que yo practico y que, aunque no es la panacea, a veces me hace sentir mejor. Sé que suena ridículo, quizá algo infantil, carente de sentido, absurdo y que no a todo el mundo le ayudará en los malos momentos, pero quiero compartir contigo esto, para que veas lo disparatada que puedo llegar a ser.

Cuando estés feliz, cuando te sientas como nunca antes te has sentido, cuando sientas que tienes ganas de gritar, hazte una foto, una foto cutre, con el móvil, da igual, una foto en la que se vea tu felicidad, en la que se vea el brillo de tus ojos, una foto con esa sonrisa enorme que no te cabe en la cara. No la guardes, llévala siempre encima, imprímela si quieres o tenla en el móvil, pero nunca te separes de ella. 

Y justo, cuando te sientas triste, cuando parece que el mundo se te viene encima, cuando no tienes fuerzas ni para dar un paso, cuando sólo puedes llorar, cuando ni siquiera te salen las lágrimas, cuando tienes el alma rota, echa mano del móvil, de la cartera o de dónde tengas esa foto y mírala. No tengas prisa. Obsérvala tranquilamente, cada detalle, esa sonrisa, esos ojos brillantes, entrecerrados, esos hoyuelos junto a la boca, esos dientes que no podías tapar debido a tanta felicidad como sentiste. Recuerda ese momento, recuerda qué fue lo que te hizo sentir así, recuerda las carcajadas, la visión nublada por las lágrimas saltadas, recuerda que en ese momento podías cargar con el mundo a tus espaldas, que podías afrontar cualquier situación, que la vida era maravillosa. Aún seguirás triste después de hacer eso, hazte otra foto, una foto que refleje la tristeza de tus ojos, la desilusión de tu mirada, la falta de luz en tu cara, la ausencia de sonrisa y, de nuevo, llévala siempre encima.

Repite esto a lo largo de tu vida y cada vez tendrás más fotos con sonrisas y más fotos con lágrimas. Cuando estés mal, ve viéndolas, comprobarás que están alternadas las de momentos felices con las de momentos tristes. Piensa un poco y te darás cuenta de que en la vida has pasado por muchos malos momentos, pero eso no ha impedido que vuelvas a sonreír. Es muy difícil, pero intenta quedarte con lo bueno. Yo aún estoy aprendiendo a hacerlo...

La frase de hoy seguro que ya la conoces, es de Rabindranath Tagore:
"Si lloras porque no puedes ver el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas".


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