lunes, 6 de agosto de 2012

Tiempo

Te echo de menos. Pensaba que no, que poco a poco iba a extrañar menos todo. Pensaba que poco a poco los buenos días, las charlas vespertinas, las llamadas de teléfono que antes eran casi un diario y ahora son ocasionales, los silencios, las sorpresas, cargar el móvil dos o tres veces al día, iban a caer en el olvido. Pensaba que ocupando mi tiempo dejaría de acordarme de lo que no tengo ya, que dolería menos no encontrar en mi móvil cada mañana "buenos días, presiosa", que no poder hablar contigo por las tardes sería más fácil de lo que en realidad es, que dormir por las noches sería algo a lo que no me costaría acostumbrarme, que adoptando la actitud que tengo ahora, todo sería más llevadero. Estoy bien, todo está bien, como siempre, siempre estoy bien, ya lo sabes.

Quizá hoy es un mal día para escribir, no sé. Hoy te necesito, siempre te necesito, pero puede que hoy esté siendo más difícil. Intento parecer indiferente, que nada me importa demasiado, intento que no te des cuenta de lo que supuso para mí decirte que no podía salir el martes, intento no pensar en escaparme una mañana y verte allí arriba si tengo suerte, sin que sepas que estoy ahí, intento que no sepas cómo estoy, intento que poco a poco te olvides de mí y creo que lo estoy consiguiendo.

Cada vez que pienso que he logrado avanzar, me doy cuenta de que no, de que en realidad, por cada paso adelante doy dos hacia atrás. No me separo del teléfono, voy a gastar el botón de desbloqueo por comprobar continuamente si estás ahí, suena, lo miro ansiosa, no eres tú, antes siempre eras tú. No he vuelto a ponerme la camiseta azul de rayas, la tengo guardada, de vez en cuando la miro, la cojo, la huelo, pero no encuentro tu olor, fue la que llevaba la última vez que te tuve al lado. Paseo por la calle y te busco en esa esquina, oigo la bocina de un coche y me asomo a la ventana, no doy dos pasos sin girar la cabeza al escuchar un motor.

Son cuatro meses y dos días, mira en lo que te has convertido. Yo no sabía esto. Jugué con fuego y me he quemado. A veces pienso que sólo lo he soñado, que todo lo que tengo en mi cabeza y en mi corazón es algo inventado por mí, que no tengo una película guardada en un cajón, que nunca te he tenido frente a mí sonriendo, que nunca he sentido el roce de tus manos, que ni siquiera te he dado dos besos, que nunca he oído de tus labios esas dos palabras, que nunca has venido con la intención de despedirte y no ha hecho falta que me lo digas, que nunca tuve una sonrisa en mi boca sólo por hablar contigo, sólo por verte, que nunca hemos pasado horas hablando, riendo, bromeando, que nunca me has ayudado, que nunca te he complicado las cosas.

No sé si el tiempo va mitigando los sentimientos, pensaba que sí, quizá algún día lo vuelva a pensar, pero ahora mismo no es así. Ya te he dicho que pensaba que estaba dando pequeños pasitos hacia delante, aunque la verdad es que no hago más que recular, a estas alturas me gustaría encontrarme al menos en el punto de partida.

No pretendía contarte nada de esto, no quiero complicar nada, pero necesitaba sacarlo.

Esta frase de Marcel Proust me hace pensar, "A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas".


2 comentarios:

  1. debe ser dificil sentirse tan afortunad@ y no poder demostrarlo
    pero peor debe ser serl@ y no saberlo

    ResponderEliminar

Me encanta que me escribas, sigue haciéndolo. Gracias =)