viernes, 31 de agosto de 2012

Miradas

No hace falta decir nada cuando los ojos hablan por sí mismos, tu boca puede decir que no, pero ellos me dicen que sí. Puedes decirme adiós cuando no te esté mirando, pero cuando te tengo en frente, en ellos veo que no quieres que me vaya y que tú no quieres despedirte, o al menos eso era lo que me decían antes.

Si ahora te tuviera frente a mí para perderme en tu mirada, no sé qué encontraría. Esos ojos que hace un tiempo me dijeron que estabas ahí por mí, que hace un tiempo te delataban y me contaban lo que tu boca callaba, que me daban las caricias que tus manos me negaban, que me hacían darme cuenta de lo que te costaba aguantarte, esos ojos que se iluminaban al verme, que me decían que te morías de ganas de besarme pero que no podías hacerlo, que me pedían perdón por las veces que había llorado por ti, que revelaban las ganas que tenías de apartarme el flequillo de la cara para ponerlo detrás de mi oreja, que me decían lo que sentías por mí, que me dejaron ver que venías a despedirte...Y mientras tus ojos me contaban todo eso, los míos te decían lo feliz que me sentía en esos momentos, te confesaban lo que mi boca tenía prohibido, te explicaban por qué jugaba nerviosa con mis manos, huían de ti para que no supieras más de lo que estaba permitido, para que las cosas no te resultaran más difíciles, cuando mi boca te decía que todo estaba bien, que no te preocuparas por mí, ellos me traicionaban, y si ahora miraras en ellos te darías cuenta de que estaría mintiéndote otra vez.

Quisiera poder volver a ver tus ojos, mirar dentro de ellos y saber si aún queda algo de lo que hubo un día y que tú supieras que para mí, es como si el tiempo no hubiera pasado.

"El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada". Gustavo Adolfo Bécquer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encanta que me escribas, sigue haciéndolo. Gracias =)