domingo, 19 de agosto de 2012

Caracola




Nunca lo sabrás, por mucho que quiera enseñarte de mí, nunca sabrás cómo soy realmente. Puedo actuar como si estuviera enfadada en un momento dado y, sin embargo, por dentro estar riéndome de tu reacción. Puedo tener una sonrisa en la cara y el alma llena de pena. Puedo estar conversando contigo y  no prestar atención a las palabras.

No soy especial, no soy original, no destaco en nada extraordinario, no soy muy inteligente ni muy guapa, no soy buena en ningún deporte, no sé pintarme las uñas, no se me dan bien los videojuegos, no dibujo ni escribo demasiado bien, además, hablo en sueños, soy desordenada, mi letra es ilegible, siempre saco las fotos borrosas, tengo mucho carácter, me distraigo fácilmente, nunca tengo la comida a tiempo, soy bastante patosa, hablo cuando no debo, tengo mucha paciencia pero las cosas tienen que salirme bien a la primera, nunca te diré que estoy mal aunque esté muriendo por dentro, soy muy independiente, sonrío siempre, soy algo despistada, me pierdo del mundo cuando escucho música, no me sé los nombres de las calles, tengo poca orientación y me pierdo constantemente, soy muy cabezota, nunca pido ayuda, soy muy celosa de mi intimidad, siempre tiendo a sentirme culpable por todo lo que ocurre a mi alrededor, siempre tengo que tener la razón en todo, no me gusta el gazpacho ni el salmorejo, me encanta la comida basura, no entiendo las frases con segundas, a veces me cuesta pillar las bromas, nunca sé cuándo dar una conversación por terminada, enhebro la aguja con la mano izquierda, no sé andar con tacones, no soy capaz de enfadarme con un niño, soy muy infantil, soy ingenua, no me gusta la cerveza con alcohol, no sé bailar, no me da vergüenza hacer el ridículo en público, digo lo que pienso sin tener en cuenta las consecuencias, no maquillo las verdades, no soy cariñosa, soy muy expresiva con el rostro, mis ojos lo cuentan todo, nunca miro el nivel de aceite ni la presión de las ruedas del coche, se me pasan las horas delante del ordenador sin hacer nada de provecho, no entendí el principio de "El curioso caso de Benjamin Button", me paso horas mirando fotos antiguas, me encantan los trastos antiguos, nunca tiro nada, no soporto los programas del corazón, nunca uso gafas de sol, me pongo tapones en los oídos cuando veo una película en el cine, siempre dejo el pegamento destapado, no me gusta conducir hasta un lugar si puedo llegar allí andando, siempre dejo las cosas para última hora, tengo vértigo, me mareo cuando veo sangre, siempre me quemo cuando tomo el sol, bebo poca agua, no puedo dejar las manos quietas cuando estoy nerviosa, siempre elijo la forma más complicada de hacerlo todo, no tengo orden de prioridades, soy modesta, pero no de las falsas, me siento incómoda cuando me hacen cumplidos o me dicen un piropo, confío muy pronto en las personas, siempre llego cinco minutos tarde, siempre pienso en el pasado, no olvido una fecha, nunca sé qué regalar y no me gusta que me chupen los perros de la gente.

Así soy yo, seguro que me faltan muchas más cosas por decir, quizá haga una segunda parte de esto. Quién sabe... ¿Cómo eres tú?

Jorge Bucay, otro que es como es, dijo: "Sólo si me siento orgulloso de ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero".




2 comentarios:

  1. aun sin conocerte ,me gustas mas,dia a dia ,entrada a entrada

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Me encanta saber que hay alguien a quien le gusta leer lo que escribo. Un saludo

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Me encanta que me escribas, sigue haciéndolo. Gracias =)